Nerja. Málaga.

Balcón de Europa

por José Manuel Beltrán.

Narija, ese fue el nombre con que los árabes bautizaron a esta alquería, dependiente de Vélez Málaga, hasta que en 1.487 los musulmanes de Vélez se rinden definitivamente al Rey Católico. Podríamos decir que Nerja es internacionalmente conocida, amén de otras características que trataremos de desarrollar, por dos puntos de atracción turística: El Balcón de Europa y las Cuevas de Nerja.

En 1.655, con una población de 400 habitantes, Nerja ya poseía una estructura diferenciada de casco urbano con calles como la de la Iglesia, del Carmen, plaza de Cavana o la del Corralón. Lo que hoy se denomina Balcón de Europa era la Torre de los Guardas, construida en 1.660 a instancias del Rey como refuerzo a la fortaleza ya realizada. Fue en 1.884, consecuencia de un terrible terremoto y en la visita que efectuó Alfonso XII a la zona devastada, cuando se le llamó oficialmente Balcón de Europa. Un gran espacio, encaramado y abierto al mar, propicio para el paseo y para el deleite de la vista en sus atardeceres.

 

La Cuerva de Nerja, descubierta en 1.959, fue el pistoletazo de salida del desarrollo turístico de esta bella localidad. De belleza increíble, se la denomina la “Catedral natural de la Costa del Sol”. A tan solo 200 metros sobre el nivel del mar, y a 750 metros de la costa, esta maravillosa gruta se expande en más de 140.000 m2, con una longitud de 700 metros. Sus descubridores, los hermanos Muñoz, José L. Barbero, Francisco Navas y José Torres, descendieron al lugar conocido como La Mina y se encontraron con la actual Sala de la Cascada o el Ballet, llamada también así por ser aquí donde se celebran, cada año, sus famosos festivales internacionales de música y danza en el mes de julio.

Sin embargo, la mayor atracción –y ya es difícil elegir una- la representa la gran columna situada en la Sala del Cataclismo, con una altura de 60 metros y otros 18 de diámetro. En el centro de esta sala emerge otra columna, considerada en el Libro Guiness como la mayor del mundo, de 45 metros de altura, 20 de diámetro y 64 de perímetro. Junto con las pinturas rupestres de la Sala de las Columnas de Hércules, la de la Montaña, la de la Arena, la de la Cabra Hispánica o la de la Sala de la Inmensidad, ofrecen al visitante una experiencia difícil de olvidar.

Acantilados de Maro

Ya sobre el mar, y a tan solo 5 kilómetros de Nerja que es la pequeña distancia que separa la localidad de la cueva, no podemos dejar de visitar sus preciosos acantilados. Aceptada la denominación general como los de Maro, incluyen a pequeña distancia otras calas como las de El Cayuelo, del Pino, del Molino de Papel, la Caleta o la Torre del Maro. Aviso, en muchas de ellas no será posible acceder con el coche y por lo tanto deberemos caminar por sendas. Os aseguro que merece la pena.

Playa Burriana

Aún así los que prefieran menos aventura podrán solazar sus cuerpos en las bien cuidadas playas nerjeñas quedando a la vista montañas y acantilados para, a continuación, degustar cualquiera de sus especialidades culinarias como el ajoblanco con uvas, los maimones, el emblanco de pescado, las migas o un buen puchero.

La oferta hotelera es muy amplia, desde su Parador de Turismo hasta hoteles y pensiones más asequibles. Próximamente os detallaré una de mis recomendaciones. De momento, disfrutad de Nerja con mucha salud, ciudadanos viajeros.