por José Manuel Beltrán.
“La mitad de la belleza de un
paisaje depende de sí mismo, y la otra mitad según los ojos con que se mire”.
Lin Yutang.
Una construcción única en el planeta Tierra, considerada
como una de las siete Nuevas Maravillas del Mundo Moderno,
tiene su inicio desde el mismo océano donde en ocasiones las olas baten con
fuerza sus muros. Así ocurre en Quinhuangdáo, en el mar de Bohai, en el golfo
del Mar Amarillo, a unos 300
km. al este de la capital, Beijing.
Como bien indica su nombre, este tramo se levantó durante
la dinastía Qin, siendo su emperador Qin Shi Huang. Aquí se encuentra el paso
de Shanhaiguan (el primer paso bajo el cielo), que junto con el de Jiayuguan y
el de Juyongguan están considerados los tres pasos principales de la Gran
Muralla China.
Esta espectacular obra tuvo sus comienzos allá por el 700 aC. La necesidad de
defensa de las siete tierras
existentes antes de la fundación del imperio, y la posterior amenaza de los
invasores pueblos de norte, fundamentalmente mongoles, reforzó la idea de su
ampliación. Unidos ya los estados chinos, allá por el 200 aC., fue el emperador
Qin quien comenzó toda la obra de enlace entre las murallas. Realmente no es
una obra única, es decir, en el transcurso de los años y hasta el 1.400 dC, se
fueron acometiendo por las distintas dinastías reinantes tramos que, enlazados,
han dado lugar a lo que es hoy en día. Aún así, son muchos los trazados
desaparecidos o en estado bastante ruinoso.
Se puede decir que ya me considero un hombre, y todo
gracias a que he cumplido con la literalidad de un proverbio chino: “uno
no puede considerarse hombre hasta que no ha subido a la Gran Muralla”. Al
igual que el resto del grupo, nuestra base de operaciones era la capital: Beijing.
Desde allí, por carretera, en dirección norte y a una distancia aproximada
entre 60/80 km., son varias las opciones para visitar la Gran Muralla, tal y
como podéis apreciar en el mapa. La elegida por la organización fue la de
Juyongguan, aunque a poca distancia (20 km., más) se encuentra otra de las zonas más
populares y turísticas: la de Badaling. En esta última existe un teleférico que
puede hacer más visual, y sobre todo más cómoda, la ascensión. Ahh, por cierto,
si vuestra elección se decanta por Mutianyu, el descenso lo podréis hacer en un
tobogán.
El paso de Jugongguan está situado en un valle, entre
montañas. Antiguo bastión militar, tenía una gran importancia estratégica en
defensa de los ataques mongoles hacia la capital. La altura media de sus muros
es de unos 10 metros,
con un ancho que puede llegar hasta los 4,5 metros. Una vez ya
en la parte alta del recinto, nada más atravesar las taquillas, se nos
presentan dos opciones. A la izquierda tenemos el tramo de muralla más suave,
aunque con peores vistas. A la derecha, exigiendo un mayor esfuerzo, este tramo
nos otorga mejor panorámica para la fotografía.
No hay que perder tiempo. Es hora de atacar la subida. Me
propuse llegar, como mínimo, hasta la tercera torre: esas que servían como
refugio para los soldados, centro de avituallamiento de los cereales y,
también, desde donde se lanzaban las señales de humo para avisar de la llegada,
y el número, de los atacantes.
Ni que decir tiene que el zapato a llevar debe ser el más
cómodo posible. Los tramos van en ascenso continuo. Los escalones, de muy
diversas y variadas formas en su altura, dejarán huella en tus piernas a tu
regreso. Pero, quiero cumplir al máximo con el proverbio chino. La sensación de
estar en lo alto de la Gran Muralla te hace imaginar aquellos lejanos tiempos.
Era el mes de enero, las lomas de las montañas no ofrecían el aspecto verde y
frondoso de otros meses pero, el aire no estaba contaminado y el cielo estaba
despejado. En algún pequeño tramo, la moda de dejar un candado cerrado en una de
las barandillas –a modo de unión duradera de los recientes novios- le da un
toque “guiri” al trazado. Pasada la primera torre, en un pequeño puesto te
ofrecen hacerte una foto vestido con un traje de la época. No caemos en la
“trampa” aunque si accedo a hacerme una foto con ellas. Es curioso, parecemos
un trofeo (los occidentales) cuando consiguen hacerse una foto con nosotros
que, al parecer, somos “los exóticos”.
No conseguí del todo mi objetivo. Quedaba volver sobre
nuestros pasos, si cabe con otra dificultad añadida: la diferencia de altura de
los escalones y el continuo ascenso de otras personas. Se ha desmitificado ya
esa idea que la muralla es visible desde el espacio; no es así. Mi ciudadana
viajera favorita ¡no podía más!, y fui solidario. Pero no importa, la sensación
de este lugar siempre quedará en nuestra retina. A pesar del esfuerzo, junto
con el Coliseo Romano y Chichen Itzá, acabábamos de disfrutar de nuestra
tercera maravilla del mundo moderno y uno de los signos que más representan a
este inmenso país: La Gran Muralla de los 10.000 li.
Las agujetas y el cansancio duraron hasta el siguiente día
pero, por suerte, seguimos con SALUD; la misma que a ti te deseo ciudadano
viajero.
Medios de locomoción desde Beijing.
En coche: Tomar la autopista de Badaling, salida
Juyongguan Pass.
Transporte público: Metro, línea número 13, hasta la
estación de Longze. Desde aquí, autobús número 68 hasta la entrada del recinto.
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Otros artículos relacionados:
Foto Muralla China en oceáno. Fuente Wikipedia.
http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:ShanhaiguanGreatWall-end.jpg
Ni hao! Está claro que siguen existiendo lugares que, a pesar de las marabuntas, deben ser visitados, al menos una vez en la vida. La Gran Muralla es, en China, uno de varios. Pueden decepcionar pero siempre esponjan un poco el corazón viajero y, con el tiempo, sientan un precedente interesante para poder evaluar otros lugares menos conocidos o el resto de Maravillas del mundo.
ResponderEliminarGracias por el avance, que me ofreces..... me sirve un montón! y me temo que me va a pasar como tu ciudadana viajera favorita, tampoco podre hacer mucho trayecto..... ¡me quedare a medias! pero no importa, la cuestión es, disfrutar cada momento sea como sea!
ResponderEliminarSaludos!
¡Ni hao!, Viajes...
ResponderEliminarNo lo has podido expresar mejor. Nuestra visita se produjo en el mes de enero. La mayor parte de las fotos que se pueden ver en internet te dejan unas montañas de color verde que realzan el escenario. Sin embargo, y aún sin ese verdor, yo me quedé con el actor principal: La Muralla y lo que representa...
Xe Xie, por tu comentario...
¡¡Ni Hao!!, malu2..
ResponderEliminarYa te queda poco, por lo tanto puedes entrenar jajaja aunque, lo importante es que lo disfrutes... Yo estoy seguro que así será; igual que lo hizo mi ciudadana favorita..
Xe xié, por tu comentario ciudadana viajera
Bueno, yo no soy un hombre y espero que" Lin " no fuera machista porque soy una mujer y ha sido todo un placer subir unos pocos peldaños de esta obra magna. Efectivamente no fue la mejor època del año para visitarla pero a cambio tuvimos un día despejado magnífico y con eso me conformo.
ResponderEliminarA por la siguiente maravilla...por lo menos para nosotros.
Besitos ciudadano viajero
Ni hao, Nuria...
ResponderEliminarPara disfrutar de la Gran Muralla el sexo no importa, aunque le pese a Lin. Sufriste subiendo, es verdad, pero vamos.... que si te digo que volvemos seguro que me dices que SI ¿o no?...
En fin, iremos a por la siguiente Nueva Maravilla... ¿cual será?
Un beso, ciudadana viajera favorita...
Espero visitar algún día China y la Gran Muralla, es de esos hitos obligatorios en la vida del viajero. Un saludito.
ResponderEliminarNi hao, Caliope...
ResponderEliminarTenlo por seguro, esa visita es obligatoria; aunque..... hay tantas¡¡, ¿verdad?..
Gracias por tu cmentario, ciudadana viajera..
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Me da envidia de la buena por conocer esta belleza de la historia.
ResponderEliminarSe dice que "la envidia buena es hasta sana" jajaja Me alegro que este sea tu caso, Casas Modernas. Ojalá puedas cumplir ese sueño del que yo formaré una pequeñísima parte si este artículo te ha incitado a este maravilloso viaje. Muchas gracias por tu comentario...
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