Grandes avenidas y
mansiones señoriales conforman la orilla izquierda del Danubio. Estamos en
Pest para completar el recorrido a esta hermosa ciudad.
Dejamos Buda, en nuestro anterior artículo, atravesando el
que es para mí el más precioso y fotogénico puente de Budapest: el de las
Cadenas. Desde su mismo centro, a nuestra izquierda, emerge de las caudalosas
aguas del Danubio una isla, la de Margarita, que momentáneamente disecciona al
río en dos. Es esta un gran parque natural donde, por supuesto, existe un gran
balneario: el Palatinus. Se trata del mayor complejo de piscinas al aire libre,
y que gusta visitar mucho a los aquincenses (así es el gentilicio de los
habitantes de Budapest) como lugar de recreo.
Ya en Pest, se hace evidente la diferencia arquitectónica
de esta orilla. Edificios con grandes entradas, aprovechados algunos de ellos por
importantes firmas hoteleras, a los que el único “pero” que habría que poner es
el excesivo descuido en la limpieza de las fachadas. Pero, no nos retrasemos
más. Comencemos nuestro recorrido por esta bella ciudad.
Hacia la izquierda, por la misma orilla del Danubio,
llegaremos hasta el Parlamento. La monumentalidad la habremos podido apreciar
desde el Bastión de los Pescadores, dado que es el edificio más grande del
país. De estilo neogótico, este conjunto de edificios que cuenta con un total
de 691 salas, fue construido entre 1.884 y 1.904. Tiene una imagen y semejanza
al del Parlamento Británico, en Londres, y en sus alrededores se produjeron los
inicios de la sublevación húngara contra la presencia soviética.
Resaltan de él, a través de sus268
metros de longitud, su entrada, custodiada por dos
enormes leones; la escalera principal, cuyo techo está decorado con alegorías
de la historia de Hungría y, por supuesto, su cúpula, cuya altura de 96 metros es la misma que
la de la Basílica de San Esteban. Este hecho viene a representar la no
supremacía, de uno sobre otro, de los dos grandes poderes: el legislativo y el
eclesiástico. Su entrada principal, atravesando una preciosa alfombra roja, nos
descubre ya su estilo neogótico.
Nos recrearemos en la Sala de la Cúpula y en la de la Antigua Cámara Alta, donde se encuentra la corona de San Esteban. Aunque la visita es gratuita, de ahí las largas colas para entrar, esta será siempre guiada. Hacerla mejor a primera hora y, eso sí, aseguraros que no existe ningún acto oficial pues, en ese caso, no será posible entrar.
Resaltan de él, a través de sus
Nos recrearemos en la Sala de la Cúpula y en la de la Antigua Cámara Alta, donde se encuentra la corona de San Esteban. Aunque la visita es gratuita, de ahí las largas colas para entrar, esta será siempre guiada. Hacerla mejor a primera hora y, eso sí, aseguraros que no existe ningún acto oficial pues, en ese caso, no será posible entrar.
A espaldas del Parlamento, aún cuando no sea uno de los
más visitados, se encuentra el Museo Etnográfico. En el que anteriormente fuera
el Ministerio de Justicia, se recoge la cultura tradicional del pueblo húngaro con
colecciones de trajes, enseres y muebles. Si es de destacar la monumental
arquitectura del edificio, con grandes columnas y estatuas. Una vez dentro, en
su entrada principal apreciaremos sus columnas de mármol y estuco flanqueando
una preciosa escalera. Los lunes se encuentra cerrado.
Mira que a mí me gusta pasear pero esta vez, con el único
fin de aprovechar el tiempo, es aconsejable tomar el metro; por cierto, de estaciones
más bien pequeñas –generalmente para un único vagón- pero muy decoradas. Lo
tomaremos en Kossuth tér (línea 2, roja) para, tras solo una parada, enlazar
con Déak Ferenc tér (punto neurálgico, pues aquí confluyen las 3 líneas del
metro de Budapest). Nuestro destino será Hösök tér, casi al final de la línea
1, amarilla), donde se encuentra una de las plazas más importantes de Budapest:
la Plaza de los Héroes.
Sus 14 estatuas de bronce, siete a cada lado de dos enormes galerías construidas en forma semicircular, representan a grandes personalidades de la historia de Hungría. El Monumento Milenario, una columna central que alcanza36
metros de altura, soporta al arcángel Gabriel que, entre
sus manos, soporta la Corona Santa y la Cruz Apostólica. El efecto visual es
estupendo, aunque eso sí, entre tantas fotos no debemos perder de vista, en
ningún momento, a los carteristas y vendedores ambulantes que pululan por la
zona.
Sus 14 estatuas de bronce, siete a cada lado de dos enormes galerías construidas en forma semicircular, representan a grandes personalidades de la historia de Hungría. El Monumento Milenario, una columna central que alcanza
En la misma plaza, el edificio más representativo de la
misma es el Museo de Bellas Artes, uno de los más importantes de Budapest,
inaugurado por el Emperador Francisco José I, en 1.906. El pórtico de su
fachada, con ocho columnas, nos recuerda a cualquier tipo de templo griego o
romano. En su interior, pinturas de el Greco, Picasso, Rafael, Cézanne y otros.
Cierra también los lunes.
A tan solo500 metros de la Plaza de los Héroes, se
encuentra uno de los mayores parques de Budapest: el Parque de Municipal de la
Ciudad o Parque Városliget. Lo que en su día fue un coto de caza para los nobles
se ha convertido en un espacio lúdico, con un gran lago que se hiela en
invierno y donde se puede patinar, y en el que se encuentran el zoo, un pequeño
parque de atracciones, el castillo de Vajdahunyad y otro famoso balneario, el
de Széchenyi. Si tenéis tiempo suficiente, un pequeño paseo por el parque
merece la pena.
A tan solo
Andrássy, una avenida
declarada Patrimonio de la Humanidad.
Con sus 2.310 metros de longitud, esta avenida conecta
el Parque Municipal con el centro. Recorrerla, esta vez a pie, nos hará
observar su arquitectura uniforme, sus edificios eclécticos amparados en el art nouveau, esculturas escondidas,
mansiones solariegas y, en definitiva, los inmuebles más caros de Budapest.
La Ópera. |
Lo que se denomina El Gran Almacén de París, en el 39 de
Andrássy, fue el primer gran almacén de Budapest, abierto en 1.910. Hoy
funciona como una librería y café y sus dos fachadas, tanto la de Andrássy como
la de Paulay Ede, son realmente bellas. Quizás sea hora, bien de comer o de
tomarse un café y un exquisito strudel
con cerezas. En pocos metros, en el 34, podemos visitar el Abszint para
degustar su goulash, acompañado de obras de arte o, si queremos un poco de
intimidad aunque con mucha comida, en el 29 tenemos el Müvész Kávéház. ¡Ahhh,
que solo quieres ejercer de turista!. No lo dudes, toma asiento en una de las
terrazas y reposa un poco observando a la gente.
Pero, como queda más que ver, no queda más remedio que
continuar con el recorrido. A la altura del número 22, se encuentra el Teatro
de la Ópera construido en 1.884. De estilo neorenacentista, su interior está
profusamente decorado con obras exclusivas de artistas húngaros y tiene una
capacidad de 1.261 asientos, aunque ya sabéis lo que ocurre en estos grandes
recintos, y es que algunos –los más baratos- tienen una visibilidad que esa que
denominan “reducida”. “No puede ser mayor que la de Viena”, esa fue la
condición que puso su mecenas, el Emperador de Austria Francisco José I, para
sufragar su construcción. Al igual que en el Parlamento existen tours guiados
para su visita, que duran cerca de una hora.
La música es algo vivo en Budapest y acudir a un concierto en la Ópera no es difícil; los hay casi todos los días y en fines de semana. También los podréis disfrutar, más baratos, en la Catedral de San Esteban u otras iglesias. Frente al Teatro de la Ópera, me llamó la atención un edificio, al igual que otros muchos, que no tenía identificado en mi guía particular. Se trata de la casa Dreschler, un diseño característico del art Nouveau. Lástima que esté tan ennegrecida.
La música es algo vivo en Budapest y acudir a un concierto en la Ópera no es difícil; los hay casi todos los días y en fines de semana. También los podréis disfrutar, más baratos, en la Catedral de San Esteban u otras iglesias. Frente al Teatro de la Ópera, me llamó la atención un edificio, al igual que otros muchos, que no tenía identificado en mi guía particular. Se trata de la casa Dreschler, un diseño característico del art Nouveau. Lástima que esté tan ennegrecida.
Llegado al final de la Andrassy, tomamos a la derecha la
Bajcsy-Zsilinszky ét, para llegar a la parte posterior de otras de las joyas de
Budapest: la Basílica de San Esteban.
Su cúpula, recordemos de la misma altura que la del Parlamento (96
metros ) es perfectamente apreciada desde cualquier parte
de la ciudad. Construida entre 1.851 y 1.905, conserva la reliquia del rey
fundador del estado húngaro, que no es otra que la mano derecha momificada de
San Esteban I, la cual es posible visitar gratuitamente. El templo, austero, es
impresionante y mucho más sus sótanos. Pudimos acceder a ellos, gracias a la
invitación de uno de los guías (que iba buscándose una propina). Se nota que
reconoció que éramos españoles y es así como nos guió a la sepultura del
futbolista Ferenc Puskas que, como otros reconocidos héroes húngaros, se
encuentran enterrados en los bajos de la Catedral. Sus cimientos, consecuencia
de la cercanía al río, son tan profundos como de alto es el templo, y lo puedo
constatar. No pudimos acceder a una de sus torres (solo se puede subir a la de
la derecha) desde donde, nos dicen, hay una fantástica vista. Me impresionó las
dimensiones del templo y la salida a su plaza enlosada, la Szent István.
Su cúpula, recordemos de la misma altura que la del Parlamento (
Antes de pasear por la famosa Váci Utca, quisimos probar
fortuna –que ya os anticipo que no la tuvimos- con la Sinagoga Judía de la
calle Dohány.
La entrada al recinto es gratuita y de pago el acceso a su interior, cerrando como es lógico en este caso, los sábados. Era domingo, encima el día de la Fiesta Nacional, así que nos tuvimos que conformar con unas malas fotos desde el exterior en la que incluimos al Árbol de la Vida, una escultura que simula un árbol en la que en cada hoja está escrito el nombre de un judío asesinado en el Holocausto. Sí informaros que dicen es la segunda iglesia judía más grande del mundo y, junto a la de Amsterdam, la más grande de Europa. ¡Otra vez será!.
La entrada al recinto es gratuita y de pago el acceso a su interior, cerrando como es lógico en este caso, los sábados. Era domingo, encima el día de la Fiesta Nacional, así que nos tuvimos que conformar con unas malas fotos desde el exterior en la que incluimos al Árbol de la Vida, una escultura que simula un árbol en la que en cada hoja está escrito el nombre de un judío asesinado en el Holocausto. Sí informaros que dicen es la segunda iglesia judía más grande del mundo y, junto a la de Amsterdam, la más grande de Europa. ¡Otra vez será!.
Nos quedaba ya poco tiempo para nuestro embarque (os
recuerdo que llegábamos a Budapest como escala de un crucero por el Danubio, en
el que visitábamos Viena, Budapest y Bratislava), así que derechitos a la
peatonal Váci Utca, el corazón turístico y comercial de la ciudad. Discurre
paralela al Danubio, entre la plaza Vörösmarty y la Nagy Vasarcsarnock, que es
lo mismo que el Gran Mercado Central. Llena de tiendas comerciales, de marca,
de recuerdos, de hoteles y cafeterías, su edificio más antiguo –en el número
13- data de 1.805. Un paseo tranquilo y ya del todo relajado pensando que
nuestra parada y fonda en Budapest
deberá repetirse porque, son muchos los sitios que todavía quedan por
descubrir.
Como siempre, mis mejores deseos que no son otros que
SALUD, ciudadanos viajeros. .
Otros artículos sobre Budapest:
Budapest. Dos ciudades en una. Parte I.
Un gran post y muy buena información. No sabíamos que había metro en esta ciudad, es bueno tenerlo en cuenta. Tienes razón que el parlamento de Budapest se parece al de Londres, es muy suntuoso.
ResponderEliminarSaludos.
Muy buen relato y que ciudad más bonita. Una pena lo de la sinagoga. Un abrazo!
ResponderEliminarHola cincuentones,
ResponderEliminarActualmente se está construyendo la cuarta línea del metro. Es curioso el mismo con estaciones con baldosas antiguas y, aunque pequeñas, muy bonitas. Gracias por vuestro comentario y aparticipación. El Parlamento, la verdad, es que es precioso.
Hola querido boquerón (Pedro)
ResponderEliminarBudapest es preciosa, os la recomiendo y si, es verdad, me fastidió mucho no poder visitar la sinagoga. Pero amenazo con volver. Grcias por tu comentario, me alegro que te gustase.
Alguién que no te conozca puede decir que tus post están muy trabajados, yo lo puedo confirmar porque sé las muchas horas que le dedicas. Los resultados son evidentes. Vuelvo a revivir los viajes que no hace mucho tiempo hemos hecho. Ha sido un placer pasear a tu lado por esta bella ciudad. Besitos muy especiales ciudadano viajero.
ResponderEliminarMi querida Nuria. Si tu disfrutas reviviendo los viajes para mí es suficiente satisfacción. El trabajo es lo de menos, lo importante es que sirva de ayuda a quien lo lea y que esta lectura sea amena. Un besazo enorme, ciudadana compañera de viaje.
ResponderEliminarhola otra vez.esq he visto q iba de Budapest y ....jo ,hace ya 7 años pero me ha encantado revivirlo.me encantó ese viaje q hice con unas amigas,lamentablemente no pudimos ver el Parlamento por dentro pero desde el Bastión es impresionante.Tambien en si el propio Bastion de los Pescadores es como un cuento de Disney y porq no hablar del Templo de Matyas,buffff una pasada del gótico,creo q no queda un cm por pintar.vimos el mercado por fuera y la sinagoga por dentro!!preciosa,para otra vez.Tambien estuvimos en la ópera,tiene un telon de hierro por los incendios y cantamos en el escenario.estoy de acuerdo que el puente de las cadenas es un lugar maravilloso con el Danubio....en fin,gracias de nuevo por traer de nuevo este viaje a mi memoria,estoy viendo las fotos!!jaja
ResponderEliminarComo siempre una excelente descripción de tu paseo. Qué recuerdos!!!! La verdad es que fue una pena que encontrarais cerrada la Sinagoga pero es una buena excusa para volver ya que es preciosa. Un abrazo para ti y para Nuria!!! ;-)
ResponderEliminarQue relato tan exquisto. Lo he tenido en cuenta al hacer mi viaje y me ha ido fenomenal. Gracias y felicitaciones.
ResponderEliminarMe alegro mucho que te haya gustado el relato, Mirta; y, me alegro más, si encima te ha servido de ayuda y pequeña guía de viajes. ¡Lo ves!, misión y satisfacción cumplida por mi parte.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario. Salud, ciudadana viajera...
Salimos mañana hacia budapest. Tu blog me ha ayudado para hacerme una idea de la ciudad antes de la llegada
ResponderEliminarGracias. Iré siguiendo en tus viajes
Eugenia
Me alegro mucho que haya sido así; ese es uno de los objetivos del blog: compartir las experiencias para que estas puedan servir de ayuda a los demás. A tu vuelta, si quieres, puedes dejar aquí tus impresiones.... Gracias por tu comentario y feliz viaje...
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