Lo prometido era deuda y es así que, siendo Nuria el nombre de mi mujer, no podíamos faltar a la visita de su monasterio y apreciar de cerca la talla de madera de una de las llamadas “vírgenes negras”, así como disfrutar de la naturaleza de estos parajes y de su excelente y abundante comida. Respetaré los nombres originales y, aunque sobre decirlo, Vall significa Valle.
Podríamos decir que el Vall de Nuria se encuentra ubicado dentro de otro valle, de mayor extensión, denominado el Vall de Ribes. Localizado al noreste de la provincia de Girona, se encuadra en el Pirineo Oriental, y está formado por los municipios de Ribes de Freser, Campelles, Pardines, Planoles, Queralbs y Toses, comarca del Ripollés. Su localidad principal y capital económica es Ribes de Freser.
Tres, y nada más que tres, son los ríos que confluyen y atraviesan Ribes: el Segadell, procedente de Pardines, el Rigard, desde Toses y Planoles y el principal, pues los dos anteriores confluyen en él, el Freser. Más arriba, ya en pleno Vall de Nuria, es el río Nuria el que confluye con el Freser a la altura de Queralbs.
La ecología es una de las señas de identidad del valle y de la que se sienten muy orgullosos los nativos. Recordad, estamos en alta montaña y es aquí donde los inmensos prados, el ganado, los árboles y, sobre todo, el agua nos presentan vistas impresionantes en cualquiera de las rutas que podemos elegir para disfrutar de la naturaleza a lo grande y de un románico de lo más puro en las iglesias, castillos medievales y edificaciones que nos encontremos.
En Ribes podremos apreciar este románico en la Iglesia de Santa María con un ábside precioso. Otra de nuestras visitas será al Castillo de Sant Pere o la subida a la ermita de San Antonio, a la que tardaremos en acceder una hora y con un inicio, quizás fuertecillo.
Nuria y su virgen negra.
Te recomiendo, desde Ribes, tomar el famoso tren cremallera del Vall de Nuria para acceder a un valle maravilloso. Disfrutarás de un plácido recorrido en el que lentamente los paisajes te irán absorbiendo.
El Monasterio es un santuario edificado para venerar la talla de la virgen, del siglo VIII, hallada en aquel lugar en el siglo XI. Cuenta la tradición que, como consecuencia de la rivalidad del rey Witiza con Don Rodrigo, se alió con los judíos que para complacerles inició una persecución contra las iglesias. Fue san Gil, quien escondió la imagen en una cueva junto con una campana, una cruz y una olla. Allí estuvo escondida durante 3 siglos hasta que la talla románica fue hallada consecuencia de un resplandor que salía de una cueva. El actual templo fue reedificado en el siglo XIX, con capacidad para 1.500 fieles. La visita a la talla de la virgen y la introducción de la cabeza en la campana es una de las tradiciones de la visita.
Ya en Nuria, puestos ya a hacer una pequeña ruta, de tan solo 1.300 mts., escogeremos el camino de la Roca de la Creu (Cruz) en dirección al Albergue y con salida desde el Telecabina. Parte de este camino coincide con el Vía Crucis monumental y desde el mirador del albergue, os aseguro, tenéis una estupenda panorámica del entorno de Nuria y de las Gorges. Unos 30 minutos para subir y otros 20 para la bajada. ¡Ojo!, también podéis tomar directamente el telecabina para la subida y realizar la bajada por el Vía Crucis. Podéis ampliar este recorrido, desde el albergue, bajando por el Camino del Bosque (Camí del Bosc). Son tan solo 2 Km. para adentraros en un bosque de pino negro (Bosc de la Verge) y admirar los matorrales de rododendro de la familia de las azaleas. De regreso estaréis de nuevo en el Telecabina.
Pero si queréis otras dos rutas, todavía más sencillas que las anteriores pero muy bonitas, debéis de realizar el Camí del Llac (Camino del Lago), de tan solo 1,5 km. Es esta una ruta circular, con numerosos paneles informativos, y de desnivel casi nulo (15 mts.) donde tenéis una visión completa del entorno. Que conste que, ya puestos, desde la ermita de San Gil, transcurre otro trazado muy corto (625 mts.) en dirección a la Creu d’en Riba. Pasaréis por la fuente del Dr. Tarrés, después por la del Dr. Bassols (es donde está el área de pic-nic) y, por último, la fuente de San Gil, al lado del embarcadero del lago. Una vez arriba, en la Creu, tendrás una excelente panorámica del santuario, del lago y de las gargantas del río Nuria. ¡Prepara la cámara!.
Volveremos a Ribes con el tren de cremallera y puedes efectuar una parada en Queralbs para visitar una joya del románico: la iglesia dedicada a Sant Jaume. Se remonta a finales del siglo X, aunque la actual fue construida para sustituir a la anterior consagrada en el año 978. Es de nave única con ábside ligeramente apuntalado. En el interior del templo se conserva una copia de un retablo gótico del siglo XIV. El original está en el Museo Nacional de Arte de Cataluña. Puedes volver a coger el tren cremallera en la estación de Queralbs pues el billete de ida y vuelta te permite hacer estas paradas.
De vuelta a Ribes, y para reponer fuerzas, mi recomendación no tiene género de duda. La familia Pau Solá regenta desde hace cuatro generaciones (1.919) un hotel y restaurante de ambiente totalmente familiar. La comida, abundante y de categoría. Me refiero a Els Caçadors de Ribes. Con una categoría de tres estrellas, dispone de habitaciones de todas las categorías (Bronce, Plata y Oro) pero, sobre todo, la excelencia de su cocina y la amabilidad de sus propietarios te hacen sentir como si estuvieras en tu propia casa.
Disfrutad de la naturaleza, ciudadanos, porque nosotros también formamos parte de ella.
Este post me llega al alma y ( un poco al estómago jeje ). Es un lugar maravilloso pero eso sí hay que hacer un poco de senderismo para absorver la belleza del lugar. Para algunos, mi virgen puede parecerle feucha, pero su talla es muy valiosa.
ResponderEliminarSe come ! Cómo se come !.
Ah!!! una cosita para todos los que lean estos estupendos post que escribe con tanto cariño mi ciudadano viajero... jooooo. comentarle un poquito, que cuesta unos minutos y él los agradece un montónnnnnnn.
Besitos glotones para mi ciudadano.
No sabría que elegir, la sencillez del románico o la grandeza de las montañas, pero ante la duda me quedo con el plato que está comiendo Nuria.
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