A una distancia de 140 km. desde Dubai, aproximadamente
unos 90 minutos en coche, la increíble Abu Dhabi, capital de los Emiratos
Árabes Unidos (E.U.A.), se está transformando gracias a la finalización de
importantes proyectos que le permitirán competir con Dubai, y ponerse al frente
como destino turístico de referencia en la zona.
La visita a la Gran Mezquita Blanca de
Sheikh Zayed, a pesar de los estrictos controles de vestimenta –sobre todo para
las mujeres- es de obligado cumplimiento. Su belleza exterior, con un color
blanco impoluto, compite con la decoración de sus suelos cristalinos y la
grandiosidad de su interior.
Terminada su construcción en el año 2007, y
planificada durante 10 años, su promotor Zayed Ibn Sultán Al Nahayan, a su vez
primer presidente de los Emiratos Árabes Unidos, no llegó a verla finalizar
dado que falleció en 2004. En realidad todavía no han terminado los trabajos de
finalización de la misma, fundamentalmente en el exterior.
Son pocas las mezquitas, es verdad, en las
que está permitido el acceso a los no musulmanes. En la Gran Mezquita esto no
ocurre, ahondando en la idea de su promotor de que esta sirviera como vía de
paz y tolerancia, tal y como predica el Islam. Es obvio que lo que aquí se
escribe se hace con el máximo respeto y es el lector quien, libremente, tomará
posición al respecto.
Como antes mencionábamos, las reglas de
vestimenta para acceder al recinto son estrictas. Los hombres deben ir con
pantalón largo (siempre que cubra como mínimo la rodilla) y, teóricamente, con
camisa de manga larga. Digo teóricamente porque es posible acceder con camisa
de manga corta o polo; eso sí, nunca con camiseta de tirantes.
El vestuario de las mujeres, por contra, es más rígido. Falda larga, casi hasta los pies, hombros y brazos cubiertos, al igual que la cabeza. Sin embargo, como es clásico en todas, el acceso para ambos géneros será siempre descalzo. Los tour-operadores, agentes de viaje y guías te advertirán, previo al viaje o visita, de estas normas pero ¿qué hacer si se me olvidaron estas prendas?. No hay problema, allí mismo, en la entrada, te ofrecerán una hiyab de color negro que solventará el problema; salvo, si vas en grupo, el del lógico retraso para con los demás.
El vestuario de las mujeres, por contra, es más rígido. Falda larga, casi hasta los pies, hombros y brazos cubiertos, al igual que la cabeza. Sin embargo, como es clásico en todas, el acceso para ambos géneros será siempre descalzo. Los tour-operadores, agentes de viaje y guías te advertirán, previo al viaje o visita, de estas normas pero ¿qué hacer si se me olvidaron estas prendas?. No hay problema, allí mismo, en la entrada, te ofrecerán una hiyab de color negro que solventará el problema; salvo, si vas en grupo, el del lógico retraso para con los demás.
Unos datos a añadir: es la tercera más grande del mundo, al igual que su cúpula (22.400 m2 que representan 5 campos de fútbol y con cabida para 41.000 personas); cuenta con 82 cúpulas y cuatro minaretes, en cada una de las esquinas, con 107 metros de altura; cuenta con un total de 1000 columnas de las que 96, dentro de la sala de la oración, llevan incrustadas madreperla; su gran lámpara central de cristal de Swarovski mide 10 metros de diámetro y 15 de altura con un peso de unas 9 toneladas; cuenta con 2.000 paneles de mármol, en paredes y suelo, de 28 clases diferentes y procedentes de Italia, India, Macedonia… en los que están encastrados piedras semipreciosas como ágatas y amatistas, y finalmente en su alfombra, la más grande del mundo hecha a mano, trabajaron más de 1.200 artesanos iraníes.
La visita fue realmente fascinante y, sin lugar a dudas, es imprescindible en la visita a Abu Dhabi. Alejándonos de ella, en un día radiante de sol, parecía como si un espejismo se fuese diluyendo de nuestras retinas. Nos quedaba todavía que hacer otra parada, y por supuesto fonda, en más lugares de la capital pero eso será tema de otro artículo. De momento, como siempre, desearos SALUD, ciudadanos viajeros.
Aissss, que te voy a contar yo de la Mezquita, con el mosqueo que cogí a la entrada cuando me tuvieron que disfrazar para acceder. Aún así tengo que reconocer que merece la pena por su especial belleza y grandiosa ornamentación. Gracias ciudadano viajero por el relato.
ResponderEliminar!! Bueno, por lo menos no te vestiste de negro !!, y al final todo fueron risas.... La Mezquita es.... Impresionantemente bella.... Un beso, ciudadana
ResponderEliminarEspectacular esta mezquita! Y bueno, hay que disfrazarse como en todas ls mezquitas donde parece que enseñar un hombro es pecado
ResponderEliminaresta mezquita siempre me fecina es que tengo que visitar viaje estambul
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