viernes, 24 de octubre de 2014

Como pedir un café en Málaga. El Café Central.


Por José Manuel Beltrán.

Donde se inventó la forma de pedir un café en Málaga. Así reza el eslogan del Café Central, en Málaga capital, un establecimiento con mucha historia en pleno centro histórico.

Se dice, y con mucha razón, que el lenguaje y expresiones de los andaluces es muy peculiar aunque, en ocasiones, quien quiere utilizarlo de forma despectiva lo único que hace es culpabilizarse aún más de su incultura. A lo largo y ancho de nuestra “piel de toro” coexisten expresiones y denominaciones con un claro carácter local que, allende de esas figuradas fronteras, no tienen entendimiento.

Algo tan simple, como lo es pedir un café, ocurre en Málaga. Este hecho, tan habitual en nuestra forma diaria de actuar, se puede convertir en una “conversación de besugos” si lo extrapolamos fuera de la provincia.

“Por favor, una nube, un sombra y un mitad”. La cara de asombro y desconcierto del camarero puede ser de órdago y, aunque pueda ser exagerado (algo de lo que en ocasiones también se achaca a los andaluces), lo normal es que el camarero te muestre la terraza y te diga: “señor, puede usted sentarse donde quiera y colocar la sombrilla a su antojo”. Está claro, ni tú estás en Málaga ni el camarero es de Málaga.

Una parte de la reciente historia de España pasa por nuestros cafés, y ahora me refiero a los establecimientos. Lugar de encuentro, de tertulias, charlas y debates; con estrecho vínculo a las artes y las letras, al flamenco y a los toros, lugar de reconocimiento y referencia en la vida social y la de los artistas.

Se tiene constancia de la existencia del Café Central allá por 1.910. Ya existían, en la misma zona de la actual Plaza de la Constitución, otros establecimientos, generalmente muy pequeños: el Café Suizo, el Café Munich… Después de la Guerra Civil y tras varias experiencias en el mundo de la hostelería, D. José Prado Crespo va comprando poco a poco los locales aledaños para unirlos todos finalmente, allá por 1.954, bajo el nombre de Café Central que era el que estaba cosechando más éxito.

Y surge la peculiar forma de pedir el café en Málaga.

Los tiempos de la postguerra fueron durísimos. La escasez de materias primas elementales, las cartillas de racionamiento y el coste de los productos conllevaban, como así fue en el caso de D. José, a agudizar el ingenio. No se podía permitir que, en base al gusto de los clientes, se tuviese que tirar café o realizar uno nuevo porque no era de agrado.

Lo mejor: establecer perfectamente las medidas, tanto del café como de la leche, intentando acomodar todos los gustos de los parroquianos. Es así como surge la carta de cafés del Café Central, su mural de azulejo donde, a simple vista, puedes elegir a tu gusto cualquiera de las nueve denominaciones.


¡Oye, que en el mural figuran 10!. Cierto es. En dos filas de 5, en la superior se especifican gráficamente las medidas del Solo, Largo, Semi Largo, Solo Corto y Mitad. En la fila inferior se recogen las otras cuatro modalidades: Entrecorto, Corto, Sombra y Nube.

Una evidente falta de estética se produce al encuadrar en la primera fila a 5 cafés y en la inferior solo a 4. Solución: la que aportó uno de los empleados de raza gitana de D. José, quien en término de guasa le dijo: falta el “No me lo ponga”. Mural completo. Ahí figuran las diez formas diferentes de pedir café en Málaga y que, curiosamente, una de las más importantes marcas de café de España, Santa Cristina, que no era el proveedor habitual del Café Central, ha popularizado por todos los rincones.

El Café Central se ha ido acomodando a los tiempos. Además de su parte de cafetería cuenta también con restaurante, bodeguilla y salones para todo tipo de eventos y grupos.

Ahora solo falta que tú, ciudadano, cuando hagas parada y fonda en Málaga pidas el café “como Dios Manda”, y que cuando un servidor te pida un café allende de nuestras fronteras no sea necesario que me preguntes de dónde vengo. ¡Málaga, por supuesto!. Disfrútalo, siempre con salud, ciudadano viajero.

Nota: Excepto la del panel, el resto de fotografías están tomadas de la web del Café Central

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2 comentarios:

  1. Muy buena y divertida reseña mi querido ciudadano cafetero, leyéndote me he relamido los labios dándome ganas de pedirte "una nube" jeje. Besitos mi ciudadano viajero preferido.

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    1. El Café Central es una de las instituciones en Málaga para tomar un buen café. Sin duda no hay que perdérselo.

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