miércoles, 23 de octubre de 2013

Hotel Arbe. Mutriku (Guipúzcoa)









Texto y fotos por José Manuel Beltrán.

“Entre el azul y el verde”, en posición dominante sobre la bahía de Arbe, se erige este establecimiento del que seguro no saldrás defraudado gracias, entre otras cosas, a la amabilidad de sus propietarios y al cuidadoso diseño de sus instalaciones.

Cuando a muy primera hora llegamos al hotel, una vez aterrizados en el aeropuerto de Sondika (Bilbao) en un tempranero vuelo procedente de Málaga, nuestra habitación –como es lógico- todavía no estaba disponible. Comenzaríamos desde aquí nuestro recorrido por toda la Costa Vasca, y no había tiempo que perder; sin embargo, una vez hechos los trámites de registro, Itziar calmó nuestra ansiedad ofreciéndonos un desayuno para degustar relajadamente en un mirador del hotel sobre el Mar Cantábrico. A buen seguro que era un excelente comienzo y que, tal y como después sucedió, presagiaba que nuestra estancia aquí iba a ser muy agradable.

La sinopsis del Hotel Arbe, tal y como se señala en su página web, es acertada y realista. El diseño del hotel, así como de sus instalaciones adyacentes, tiene un aire vanguardista y perfectamente encuadrado en el entorno. Un detalle curioso, entre otros: no existen llaves de habitación, así que no te preocupes porque nunca la perderás. El sistema de apertura de tu puerta se realiza por medio de tu huella digital; la tuya o la de tu acompañante, de la misma forma que la de la puerta principal de entrada al establecimiento. 

El respeto por la ecología y el medio ambiente es encomiable y así me lo explicaba Iñaki. La climatización de todo el edificio, sea invierno o verano, se realiza con energía geotérmica. Una serie de tubos se adentran en el subsuelo más de 80 metros, donde se ha creado una red que aporta de forma estable una temperatura ideal, sea la época que sea. Una gestión eficiente de la energía, el empleo de pinturas ecológicas, sistemas antical así como productos de limpieza ecológicos y un aprovechamiento de los recursos naturales le han llevado a conseguir, en este 2.015, el Premio Turismo Impulso a la Innovación.

En sus únicas dos plantas se encuadran un total de 11 habitaciones, 10 de ellas dobles. Todas disponen de un amplio ventanal que, aparte de luminosidad, te muestran la belleza de la bahía y del mar. En nuestro caso disfrutamos de una en la planta baja, con acceso directo a una pequeña terraza equipada con mesa y sillas, y a la rectangular y coqueta piscina. 

Las habitaciones son lo suficientemente amplias y confortables para un buen descanso. Buen gusto en la decoración de paredes, dos sillas de diseño, TV, nevera, teléfono y acceso wifi gratuito en todas las áreas. En nuestro caso el cuarto de baño, con secador y productos de baño con muy buen gusto, disponía de espacio de ducha acristalado. Si acaso un único pero: la altura del lavabo es excesivamente baja por lo que, en mi caso (1,80 m.), resulta incómodo.


En su sótano cuenta con una pequeña sala de reuniones, así como un spa muy básico (sauna y dos camas térmicas). A la derecha de la entrada principal se ubica un pequeño bar-cafetería en el que si pueden ser servidos sandwichs; dado que el establecimiento no ofrece ni comidas ni cenas.


Sin embargo, el desayuno buffet es diferenciador y eso no tan solo por su excelente café, de marca y preparado por ti mismo, sino también por la maravillosa tortilla de patatas que, cada día, prepara Itziar así como su tarta y bollería, buena parte de ellos con productos ecológicos. El local de desayuno, totalmente acristalado, tiene sus vistas a la piscina, jardín y, por supuesto, al mar. Una carga de energía que necesitarás para recorrer los preciosos parajes de la Costa Vasca.


El acceso desde la carretera procedente de Deba (más cercano que desde Mutriku) se encuentra a unos 3 km. Vete con cuidado, para tomar una pequeña entrada lateral que te permitirá hacer el giro hacia una empinada cuesta. En su final, a la izquierda observarás el hotel que cuenta con aparcamiento totalmente gratuito y en el que sobresalen, instaladas en su jardín, dos bonitas esculturas. 

Así fue nuestra parada en este establecimiento con encanto, porque la fonda la hicimos en el restaurante Urgain, de Deba (que será tema de otro artículo) y que, desde aquí, recomendamos a todos para disfrutar, como siempre, con mucha salud, ciudadano viajero.


Enlaces de interés:

Hotel Arbe. Mutriku.  (ofrece webcam)

3 comentarios:

  1. Fantástica reseña del hotel ( cielo, esto no tiene precio ) que tiene un entorno maravilloso. Muchas gracias mi ciudadano viajero especial.

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  2. Esta vez tu tienes toda la "culpa" en casi todo lo relacionado con el hotel. Tu lo elegiste, jajaja... Un lugar donde merece la pena volver....

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  3. Me encanta esa zona del País Vasco. Desde Mutriku hasta Orio es impresionante!

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