Las 1001 diferentes caras de China.

Por José Manuel Beltrán.

“Cada cosa tiene su belleza, pero no todos suelen verla”.

No es solo esta frase de Confucio, al igual que otras muchas más, las que han despertado mi admiración por China. Ha sido una visita relámpago y más bien encorsetada, lo reconozco, pero en estos doce días de viaje, y al amparo del aserto del gran filósofo chino, he podido observar no solo la belleza de las ciudades, de los monumentos, de los paisajes y su naturaleza; he podido observar la belleza de las personas, de sus gentes…. y es que, “cada cosa tiene su belleza, y yo he tratado de encontrarla”.

Hoy, el contenido esencial de este artículo no estará en lo vulgarmente escrito por este editor; hoy, más que nunca, quiero dejaros al margen de las palabras; traspasar, por medio de las siguientes imágenes, la frontera de la imaginación y alentaros a escuchar a vuestro “yo” de la mano, de nuevo, de Confucio: “Entristécete no porque los hombres no te conozcan, sino porque tú no conoces a los hombres”.

Eso si, nunca os faltará mi habitual despedida: Salud, ciudadanos viajeros.