Texto y fotos por ©José M.
Beltrán/Nuria González.
Los 65 kilómetros de
recorrido, desde Bingen hasta Coblenza y en ambas laderas del Rin, están
salpicados de fortalezas, castillos y encantadores pueblecitos de calles
empedradas.
La UNESCO lo declaró
Patrimonio de la Humanidad en 2002 bajo el nombre de “Valle del curso medio del
Alto Rin”.
Cuando
uno decide efectuar la ruta romántica de
los castillos del Rin le asalta una primera duda, y esa no es otra que
¿cómo hacerlo? ¿A través de un crucero fluvial organizado, en tren, en coche,
en barco o combinando varias de estas opciones? También cabría la opción de
preguntarse ¿desde dónde lo comienzo?
Cada
viajero es un mundo y dar respuesta a lo anterior no cabe duda que dependerá de
las circunstancias de tu viaje, fundamentalmente la duración y los gustos. Nosotros,
dado que estábamos ubicados en Colonia, hicimos un recorrido combinado y es así
que nos dirigimos directamente a Bingen, el punto de inicio más interesante
para iniciar el recorrido por el Rin romántico.
¿Cómo llegar a Bingen?
Lo
más sencillo es utilizar el excelente servicio que nos ofrece la red de trenes
regionales de Alemania. Además, indagando en su página web (enlace) podrás
encontrar interesantes ofertas que te abaraten mucho el precio (ya sabemos que
el tren en Alemania es muy bueno pero también algo caro). Al ser coincidente
con nuestra estancia elegimos la “tarifa buen fin de semana”. Es esta válida
hasta para 5 personas (lo cual es un verdadero chollo) aún cuando nosotros
éramos solo dos.
Aprovechamos,
dado que el billete te permite efectuar paradas y cuantos trayectos quieras en
todo el fin de semana, para desde Colonia hacer una parada para visitar Coblenza. Interesante ciudad de
la que nos ocuparemos en otro artículo.
De
nuevo en el tren nuestro destino era Bingen. Si debes de tener en cuenta que hay
dos estaciones de tren: la más próxima a la estación fluvial es Bingen (Rhein) Stadt, y que nosotros te
recomendamos.
Un relajado paseo
para conocer Bingen.
Bingen am Rhein está situada a orillas del Rin, en plena ruta
romántica de los Castillos del Rin, y concretamente en la confluencia de dos ríos, el afluente
Nahe que cruza la ciudad, y el caudaloso Rin. No es tal vez la ciudad más
turística de la ruta pero si te detienes unas horas paseando, y comenzando por
la gran explanada (estilo paseo marítimo) junto al Rin, descubres su verdadero
atractivo.
Torre del Ratón. Bingen |
Ya que estamos en la explanada, donde después te recomendaremos donde comer, podemos observar que en una isleta en el centro del río se levanta una torre llamada Mäuseturm (Torre del Ratón). No faltan leyendas y testimonios históricos relativos a la torre. Los romanos ya habían construido en la isla una pequeña fortaleza pero durante el periodo de dominación de los francos se deterioró poco a poco.
Mapa de Bingen |
La
visita imprescindible en Bingen es subir al magnífico Castillo Klopp (Burgen Klopp) que domina la ciudad. El monte Klopp era el lugar ideal donde
originalmente se hallaba la pequeña villa de Bingium, dentro de una gran
fortaleza que cubría el monte Klopp.
A mediados del siglo XIX un rico comerciante, Ludwig Cron, reconstruye el edificio ya existente del castillo que sufrió grandes daños en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial. Hoy es el verdadero emblema de la ciudad. Llegar a él no tiene pérdida, no ya solo por las indicaciones sino que, ¡no te preocupes!, es todo hacia arriba. En uno de los laterales, y a pesar de la climatología, destaca su jardín. Desde allí tenemos unas preciosas vistas del majestuoso Rin engordado por su afluente, es por eso que es aprovechado por las parejas de recién casados para realizar su sesión fotográfica y celebrarlo en lo que también es su restaurante.
En la confluencia del Nahe con el Rin se encuentra uno de los más antiguos puentes de Alemania: el puente Drusus. Construido en piedra tiene una característica muy peculiar. En su interior, exactamente en el pilar situado al Este, se construyó una pequeña capilla de estilo románico cuya finalidad era poner el puente bajo la protección de la Iglesia debido a las sucesivas destrucciones de los Normandos, como también lo fue por la armada francesa y con ocasión de la II Guerra Mundial. Sin embargo hoy es parte integrante de la imagen de la ciudad.
Una
vez que descendemos de nuestra visita al Castillo de Klopp, se nos ofrece la calle principal de Bingen: la
Basilikastrasse, totalmente peatonal, llena de comercios así como de
curiosas y típicas fachadas.
Callejeando
plácidamente nuestra próxima visita es a la Basílica de San Martín. Bien es sabido que la mayor parte de los
monumentos en Alemania que hoy podemos ver son reconstrucciones sobre su
original emplazamiento. Este monumento, cuyo título de Basílica Papal fue dado
por el papa Pío XI, fue en su origen un templo romano. Es obvio que, con el
paso del tiempo, ha cambiado radicalmente de estilo arquitectónico.
En
las cercanías de Bingen es posible la visita al antiguo convento y Monasterio Abadía de Santa Hildegard;
incluso es posible realizar alojamiento en el mismo.
Este
personaje histórico (1.098-1.179), que Bingen reivindica con orgullo, fue una
extraordinaria mujer en su tiempo. Su dedicación como médica, abadesa,
compositora, profetisa, escritora y teóloga le conllevó fama allende fronteras.
Todos los años, en Bingen, se celebra el Otoño
Hildegard; un gran festival cultural con multitud de conciertos,
exposiciones y teatro que acoge a multitud de turistas.
Frente
al punto de embarque para el crucero, en la explanada, hay varios restaurantes
recomendados por la oficina de turismo, todos con unas excelentes vistas sobre
el río. Nuestro elegido fue el Zollamt
con una buena relación calidad-precio.
Su
terraza tiene unas vistas estupendas de Rüdesheim,
localidad situada a la otra orilla del Rin, y que puedes visitar tomando el
transbordador.
El recorrido en
crucero fluvial.
Efectuar
la ruta del curso medio del Alto Rin por medio de un crucero fluvial es
recomendable sobre todo en primavera o verano. Puedes hacerlo de forma total o
parcial ya que muchos de los pueblecitos por los que discurre, a ambas orillas,
son a su vez puntos de atraque.
Rüdesheim, Bingen, Assmanns-Hausen, Lorch, Bacharach, Kaub, la preciosa Oberwesel, St. Goar, Boppard, y Braubach son encantadoras poblaciones, cada una con su peculiaridad, que lucen sus castillos y viñedos a lo largo de esta fantástica ruta. En próximos artículos iremos desgranando la belleza de este recorrido, que puedes alargar hasta Colonia (incluso más allá) o, como fue en nuestro caso, hasta la elegante Coblenza, allá donde el Mosela y el Rin se unen. Las vistas de este recorrido, en el que puedes bajar y subir cuantas veces quieras, a buen seguro que no te dejarán indiferente.
Tren: -DB Bahn ticket online. La web en español lo explica perfectamente. Tener en cuenta que en estaciones de localidades pequeñas no hay taquillas con personal por lo tanto se debe solicitar horario completo de los trenes regionales en la estación central de Colonia o Coblenza. Otra recomendación importante es que se debe tener especial cuidado ya que a menudo hay cambios de vías a última hora, e incluso puede haber dos trenes con distintas direcciones en la misma vía.
Barco - La compañía KD ofrece muchas posibilidades de circuitos, algunos de ellos combinados con el tren, además de recorridos cortos entre ciudades. Hay descuentos para jóvenes y mayores de 60 años y solo hay que indicarlo en taquilla.
Otros artículos relacionados:
Appartel Am Dom. Colonia.
Papa Joe´s JazzLokal. El mejor jazz de Colonia.
Me has dado una buena idea para cuando vuelva a Alemania, esa zona la desconozco.
ResponderEliminarSaludos viajeros
El LoBo BoBo
Estoy seguro, Paco, que no te va a defraudar. Nosotros tuvimos como eje central Colonia y, además de esta bella zona, ampliamos recorrido a Coblenza y Aquisgrán. Fueron pocos días pero intensos. Alemania, sin duda, merece darse más de una vuelta. Gracias por tu comentario y .... salud, ciudadano viajero.,
EliminarEl día comenzó muy lluvioso pero la tarde perfecta para nuestro recorrido por el Rin. Estupendo relato mi ciudadano viajero.
ResponderEliminarEs verdad, Nuria. En Coblenza (durante 1 hora más o menos) nos cayó la de San Quintín y casi frustra nuestros planes. Menos mal que en la tarde quedó un tiempo y un sol fantástico!!!
EliminarUn beso, ciudadana viajera favorita!!!
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